¿Qué es y para qué conocernos?
El conocimiento de sí mismo consiste en adquirir plena conciencia de sí mismo para desterrar nuestros vicios y fomentar nuestras buenas cualidades a fin de alcanzar la santidad. El conocimiento de nosotros mismos nos lleva a: Amar más a Dios al darnos cuenta de la inmensa necesidad que tenemos de Él. Ganar en humildad al darnos cuenta de nuestra debilidad. Ganar en confianza y en amor a Dios que, a pesar de nuestra pequeñez, no nos abandona. Ser más agradecidos con Dios por todo lo que nos da a pesar de no merecerlo. Destruir nuestros vicios, cultivar en nuestra alma la virtud y fomentar nuestras buenas cualidades. “Quien no se conozca es imposible que pueda llegar a la santidad” [1] pues correrá el peligro de hacerse ilusiones sobre sí mismo y podrá caer en presunción creyéndose ya perfecto o en desaliento y desesperación exagerando sus faltas y pecados; en ambos casos el resultado será la tibieza. ¿Cómo podremos corregir las faltas que no conocemos o no conocemos ...